Alberto y Farolina
Los sacrificios que Alberto y Farolina realizan el uno por el otro hacen que nazca entre ellos un gran amor. A veces ocurren cosas maravillosas, cosas que no ocurren siempre...Y una de esas cosas maravillosas sucedió en el bosque de Villaoscura. Un día, don Teófilo, el ingenioso alcalde del pueblo se le ocurrió una idea estupenda: poner farolas en el pueblo, y una de ellas en el paseo del bosque para poder pasear por la noche. Así fue como llegó Farolina al bosque..
Tusí y Tunó
Haciendo bien su trabajo de cada día es como estos dos burritos deben ganarse el Cielo. Lo que no se esperaban el Moro y el Canelo era que un burro bajara del Cielo. Y eso es justamente lo que pasó. Un día, mientras descansaban de dar vueltas a la noria, apareció de repente Lucero. Era un burrito algo distinto -¡cómo que venía del Paraíso!- y les contó un secreto: si se portaban bien allí también había sitio para ellos. ¿Sabéis lo que pasó?
La habitación maravillosa y otros cuentos
Para jugar y divertirse no hace falta más que dejar correr la imaginación, y así las situaciones más normales pueden convertirse en momentos mágicos. La casa de Margalata y Pergolete no era muy maravillosa para jugar, pero sí una de las habitaciones, la de la ventana redonda. En cuanto entraban y cerraban la puerta, la habitación maravillosa se convertía en lo que ellos querían, así, de repente... Lo decidían y ocurría.
Nuria Torrell
Francisco Luna y Luca de Tena
Pedro Antonio Urbina
LA MOCHILA
DE ASTOR
Una historia de refuerzo de la fraternidad y la amistad en las situaciones díficiles.
El secuestro de los congos
Ana Ossenbach
Daniela comprueba que la valentía, el buen humor y la simpatía son geniales para solucionar los problemas, en vez de encerrarse en ella misma.
La caja de Daniela
María Domínguez
Cuando Ibi entendió todo lo bueno que sus padres hacían por él, dio un cambio radical; sus buenos amigos le habían ayudado a dejar de ser un caprichoso.
Ibi y la playa misteriosa
Ignacio Rodríguez
Nuria Torrell
La seta del sombrero rojo
"Mi nombre es La-pi-ce-ro, tal cual suena. Aunque mucha gente, mayores y pequeños, tienen la costumbre de acortar mi nombre y me llaman simplemente Lápiz". Así se presenta el Sr. Lapicero a Edu, su dueño, cuando decide escribir un diario para contarle las aventuras y sufrimientos que atraviesa todos los días en el cole. Y es que Edu es un poco descuidado y a veces se le olvida cómo tiene que tratarle y, claro, el Sr. Lapicero ya no puede más.
Diario de un lapicero
Ramiro Cabello
Érase una vez un panecillo tan inquieto que, gracias a su generosidad, Miguel y Jabel pudieron alimentarse y crecer fuertes.
Panchito, el panecillo inquieto
Nuria Torrell
El esfuerzo por adaptarse y respetar a los demás es el mejor modo de superar las diferencias e
iniciar una buena amistad.
El príncipe de África
Nuria Torrell
Por ayudar a un amigo, Pablo y su familia están dispuestos a hacer todo lo que esté en sus manos.
Un secreto en alta mar
Angelina Lamelas
La seta, con su lengua venenosa, sólo veía los defectos de los demás. No se curará hasta que no haga el esfuerzo de mirarlos con buena cara.
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